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¿Cuántas veces has escrito un post, o has enviado un email y ningún lector se suscribe, deja un comentario o te escribe de vuelta?
Nos pasa a todos, créeme.
Y es que no vale solo que tus visitas suban en tu Google Analytics. Si al final del día nadie te compra, falla algo.
Los lectores que visitan tu web y después se van sin dejar rastro no te ayudarán a llegar a fin de mes. De ahí la importancia de impactar e influir en tus potenciales clientes. ¿No querrás perder el tiempo en tu web, verdad?
Pero hay un pequeño secreto con el que puedes revertir esta situación: el copywriting.
Según Joe Sugarman, uno de los copywriters más aclamados, es la mezcla de tus experiencias, conocimientos específicos y habilidad para procesar la información y transmitirla a un trozo de papel para vender un producto.
Es digamos el arte de vender o de convertir (captar suscriptores por ejemplo) a través de la escritura persuasiva.
Y aunque suene a publicidad y a ventas, no tienen que ser textos publicitarios solo.
De hecho muchos copywriters españoles escriben textos para páginas web, posts y correos.
Porque no se trata solo de vender, sino de transmitir en el lenguaje correcto para el público al que te diriges, generar confianza y finalmente motivar a la compra.
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Sé claro y conciso. Intenta ir al grano y no extenderte en tus textos.
No uses rellenos ni florituras.
Imagina que entras en una web y que nada más aterrizar en la página de inicio encuentras una web repleta de texto. Párrafos y párrafos interminables con mucho texto blablá (en inglés se dice fluff) y que al final acaba aburriéndote.
No permitas que tus lectores web o tus suscriptores piensen eso de ti cuando lean tus textos web.
Ten en cuenta que en internet, la mayoría de tus lectores no leen de arriba abajo, sino que escanean con la mirada.
Los lectores en internet son muy impacientes, así que si en 7 segundos no les has causado una buena impresión con tus textos, saldrán de tu página web más rápido que un tornado.
De ahí la importancia de fragmentar tus textos en frases y párrafos más cortos.
Dale ritmo y aire al lector. No lo ahogues con frases interminables, o perderá el interés y atención, y acabará abandonando tu web, o se quedará sin leer tu email.
Escribe siempre para niños de 5 años.
No exagero.
Tienes que acostumbrarte a dejar de lado vocablos raros y tecnicismos. Seguramente tú des por hecho muchos conocimientos y palabras que tu audiencia no conoce.
Obviamente si están leyéndote van a tener algún interés en la temática y algo sabrán (aunque sea solo de su existencia), pero eso no implica que conozcan muchas de las cosas que son básicas para ti.
Por eso tienes que usar un lenguaje sencillo y accesible y explicar siempre cualquier concepto más avanzado.
Así que a no ser que tengas un nicho muy específico y un público muy experto y definido, escribe como si estuvieras hablando con tu sobrino pequeño.
Tampoco uses palabras vacías y «sobreusadas», como “líderes en el sector”, “innovadores” o “equipo multidisciplinar”. Yo las veo hasta en la sopa y sinceramente no transmiten nada.
Y empieza a hablar de las necesidades de tu cliente.
¿Cómo vas a captar su interés y atención si no?
Si solo hablas sobre ti mismo, lo fantástica que es tu empresa y lo extraordinarios que son tus productos, el lector, además de aburrirse, solo pensará que te estás echando flores y que te falta humildad.
Y no querrás dar la sensación de ir de sobrado, ¿verdad?
Crea un conversación con tu cliente, haz preguntas y habla sobre cosas que le interesen y afecten a él.
Además revisa tus textos, coge la goma de borrar y empieza a eliminar palabras como “nosotros”, “nos”, «nuestro», etc.
Esto es una parte esencial en el copywriting. Sin ella no llegarás muy lejos.
Y es que si no conoces a quién le estás escribiendo, quién está detrás de la pantalla del ordenador leyéndote, estarás dando palos de ciego.
Pero más que conocer a tu público en general, compuesto por muchos tipos de personas muy diferentes entre sí, necesitas conocer a tu cliente ideal.
¿Por qué?
Porque tu cliente ideal es aquel que puede resolver sus problemas con tus productos y servicios.
Es decir, es aquel comprador que verá uno de sus problemas resueltos o aliviados después de haberte comprado.
En definitiva es aquella persona que está interesada en lo que ofreces y que no dudará en sacar su tarjeta de crédito para comprarte.
Si conoces bien a tu cliente ideal, podrás saber cuáles son sus problemas, sus puntos de dolor y cómo puede tu servicio o producto ayudarle a apaciguarlo o resolverlo. Con estos datos tienes una oportunidad de oro de conectar con tu potencial cliente, llamar su atención y que te acabe comprando.
¿Cómo de bien tienes que conocerlo?
Tienes que conocer cosas más allá de lo básico, como el sexo, edad o intereses de compra.
Empieza por saber cuáles son sus hobbies, qué problemas tiene (relacionado con los que tu producto puede resolver), si está casado, si tiene hijos, qué libros lee y de qué temática, qué le mantiene despierto por la noche, y sobre todo cómo puedes solucionar tú ese dolor.
¿Cómo consigues información de tu cliente ideal?
Haz entrevistas por teléfono a algunos de tus clientes más habituales o envía formularios a tus suscriptores. Te sorprenderás de la cantidad de información que conseguirás.
Esta regla aplica tanto para tus textos web como para tus newsletters.
A menudo he visto emails interminables con muchísimas llamadas a la acción. Como por ejemplo muchos enlaces en el texto, o pedir múltiples acciones a los lectores: apúntate a 3 webinars, haz click en 5 enlaces hacia posts, contesta esta pequeña encuesta, compra la entrada para este evento al que voy a asistir… ¿Te has perdido ya?.
Obviamente depende del tipo de correo. Si se trata de un email donde recopilas los artículos más interesantes de la semana, es normal que pongas varios enlaces en el texto. Pero no esperes que tus lectores hagan click en todos. A no ser que les interese de sobremanera el tema, harán click en 1 o como mucho 2 enlaces. Puede ser incluso que no hagan click en ninguno.
Tienes que tener en cuenta siempre la enorme saturación que tienen tus suscriptores.
Reciben cientos de correos al día, con miles de estímulos y llamadas a la acción. Tienen mucho trabajo acumulado, estrés, tareas del hogar, familia, deporte…
Tú seguramente también te habrás sentido muchas veces abrumado por la cantidad de correos que había en tu bandeja de entrada cuando entraste un lunes por la mañana a ver tu correo. Si a eso le sumamos la enorme lista de tareas y trabajo que tienes al lado, ya ni te cuento.
Por eso si quieres retener la atención de tus lectores, intenta siempre tener un objetivo en tus textos y no 20.
Pretende lograr ese objetivo y no agobies tus suscriptores pidiéndoles muchos más.
Tu texto tendrá mucha más fuerza si hablas y enfatizas una sola idea.
Hasta aquí esta primera píldora sobre copywriting.
Y haciendo gala de lo que predico, te voy a hacer una sola pregunta: Cuéntame, ¿has usado alguna técnica en tus textos?
Entonces te va a gustar todavía más lo que tengo preparado para ti en mi newsletter.
Si te suscribes, te regalo una plantilla de email de venta, y además te envío un email* de lunes a jueves a las 8:08h (*y con email me refiero a correos frescos, divertidos, con muchas lecciones y con los que te lo vas a pasar pipa).
Copywritting dice:
Buen post. Me gusta ✅ bastante completo. Un saludo.
Luis Marcano dice:
Hola Mila
Supe de ti a través del blog de Dean Romero
Este es el primero de tus posts que leo
Poco a poco he ido aplicando el copywriting
Soy Odontólogo, y algo importante para mi es que las personas y pacientes me entiendan
No todos pasaron por mi facultad, y como dices tu, no tienen porque manejar mi vocabulario odontológico
Cuando le agarras el ritmo se hace más sencillo
Saludos desde Caracas
Mila Coco dice:
Hola Luis 😉
Muchas gracias por tu comentario.
Exacto, lo importante es que cualquier persona que entre en tu web pueda entender lo que lee. Y que no diga: «no me entero de nada, me voy de aquí».
Si le hablas a tus potenciales clientes de tú a tú, con un lenguaje que ellos usen y apuntando a esas situaciones cotidianas que le molestan (la muela que no me deja dormir, me gustaría tener los dientes más blancos, etc.), ya tienes mucho ganado.
¡Un saludo!
Luis Marcano dice:
Ese es mi esfuerzo día a día respecto a comunicarme con mis pacientes
Y no solo ellos, con cualquier persona que no sea colega
Es hasta cierto punto pedagógico, ir transmitiendo conceptos, explicarles porque un tratamiento es lo más beneficioso en base a la evidencia científica
E incluso explicar cómo se llegó a esas conclusiones en las investigaciones
Pienso que también, aparte de copywriting, hay mucho de uno no»resistirse» a bajarse del caballo como profesional
No sé si pase en tu profesión, pero a veces siento que en la mía hay cierta resistencia de parte de algunos colegas a ese hablar de tu a tu
Saludos desde Caracas ?
Mila Coco dice:
Hola Luis,
claro, eso depende mucho del sector en el que estés. No es lo mismo el sector salud que el del marketing.
Es normal que la gente sea reticente a usar el lenguaje más «llano». Pero al final si le hablas al cliente con tu jerga científica, es imposible que te entienda o que incluso captes su atención.
¡Un abrazo!
Milena dice:
Me encantó. Claro y conciso. Feliz año nuevo, Mila!
Mila Coco dice:
Hola Milena 😉
Sobre copywriting tú ya sabes muchísimo y eres una experta, así que me alegro de que te haya gustado.
Feliz año a ti también.
Un abrazo