9:00 am,
«Venga, hoy sí que sí. Me voy a poner en serio con esto del análisis de la competencia. Tengo mi café, el documento en blanco y unas cuantas webs listas para diseccionar. Vamos allá«.
9:15 am
«Vale, esta web está bastante bien. Me gusta cómo explican el servicio. Y esta otra tiene algo interesante en la estructura… Voy a ir tomando notas”.
9:40 am
«Octava web del día… y es más de lo mismo. Técnicas avanzadas, atención de calidad, precios imbatibles. Aquí tampoco hay mucho de donde rascar«.
10:15 am
«Y vamos con la web número 16… ¿En serio llevo más de una hora con esto? Si todavía no he sacado nada interesante, creo.
La verdad es que ni siquiera sé muy bien en qué tengo que fijarme. Madre mía, creo que esto ha sido una pérdida de tiempo total… «
11:00 am
«¡Já! Qué perro más tontorrón, es para comérselo… ¡Ostras, pero yo qué hago mirando Instagram!«.
…
La primera vez que intentas hacer un análisis de tu competencia, la cosa suele ir más o menos así.
Empiezas con muchas ganas, pero poco a poco pierdes fuelle. Cuantas más webs de competidores lees, más cacao mental tienes y más te frustras.
Porque claro, ¿qué se supone que tienes qué mirar exactamente? (¿Los precios? ¿Cómo describen sus servicios? ¿Cómo tienen organizada la web? ¿Las fotos que usan? No lo tienes muy claro).
Por eso este post.
Aquí te voy a explicar cómo hacer un análisis de tu competencia bien planteado, sabiendo qué tienes que mirar y qué información recabar para:
Y no, no necesitas hacer un Excel con 74 columnas.
Solo necesitas saber qué mirar.
Lo desarrollo.
No se trata solo de ver qué hace tu competencia.
El objetivo es recolectar pistas. Juntar piezas que luego te ayuden a pulir tu propia estrategia de negocio.
Porque cuando analizas (bien) a tu competencia, consigues:
Si tu oferta no destaca en nada frente a lo que hacen otros competidores, serás solo “uno más”. Y eso es un problemón.
Me explico.
Si vendes un curso online que tiene:
¿Por qué iban a comprar el tuyo?
O tienes ya una audiencia con un vínculo muy fuerte contigo, que te compra porque confía en ti más que en nadie…
O tu única opción será rebajar precios para conseguir destacar.
Esto duele, pero hay que hacerlo.
Habrá aspectos en los que tu competencia te supere,. Por ejemplo:
Y esto es importante que lo tengas en cuenta a la hora de definir tu estrategia de marketing.
Analizar las fortalezas de tu competencia te puede servir para:
En el segundo caso, este análisis te va a servir para adelantarte a una posible objeción de tu audiencia, o incluso para buscar una manera de darle la vuelta.
Por ejemplo: una agencia de marketing puede ofrecer un servicio más completo que tú, sí.
Pero a cambio, tú como freelance vas a ofrecer una atención mucho más cercana y personalizada (hay clientes que prefieren trabajar con profesionales freelance justo por eso).
Ahora viene la parte jugosa.
Porque si haces este análisis con ojo clínico, puedes descubrir lagunas. Cosas que la competencia no está cubriendo y que tú puedes aprovechar.
Por ejemplo:
Si eres nutricionista y ves que hay muchas mujeres con menopausia que buscan un profesional específico para sus necesidades, ahí podrías tener una puerta abierta a especializarte y destacar.
Para hacerte más fácil la explicación, voy a ponerte dos ejemplos:
Te explico paso a paso cómo sería el análisis de la competencia que harían Marta y Enrique.
Si buscas tu producto/servicio en Google (ej: “asesor financiero personal”, o “curso de productividad para emprendedores”) te saldrán un montón de profesionales que son competencia tuya.
Pero ojo porque no todos son iguales.
A la hora de hacer tu análisis, te recomiendo que los dividas entre…
Tu competencia directa son otros profesionales que:
En el caso de Enrique, sus competidores directos serían otros asesores financieros personales. Y en el de Marta, otros cursos de productividad para emprendedores.
Estos competidores son los que tienes que revisar en mayor profundidad, para ver cómo te diferencias de ellos.
Luego estarían los competidores indirectos, que son aquellos profesionales que resuelven la misma necesidad de tu audiencia que tú, pero con una solución diferente.
Esto lo vas a ver más claro con un par de ejemplos:
Este tipo de competencia no hace lo mismo que tú, pero le ofrecen a tu cliente una vía alternativa para solucionar su problema.
Por eso es importante que los tengas en cuenta a la hora de definir tu producto/servicio.
Ahora que ya tienes fichados a tus competidores, toca analizar su producto o servicio.
Revisa:
Lo primero es analizar todo lo que ofrecen tus competidores.
Vuelvo con nuestros dos protagonistas:
Con esto ya te haces una idea de lo que hay en el mercado y de los mínimos que tus clientes esperan recibir.
Pero todavía no hemos acabado…
Esto es más complejo, pero puede darte muchísima información útil.
Puede que tus competidores no estén resolviendo una necesidad concreta de tu audiencia.
Y si tú la resuelves con tu servicio, podrías diferenciarte del resto.
¿Cómo detectar este tipo de necesidades?
Una buena manera de hacerlo es revisando los comentarios de los clientes de tu competencia (reseñas, foros, etc.).
Esto son solo ejemplos, pero la idea es que mientras analizas a tu competencia te preguntes:
“Si yo fuera un cliente, ¿qué podría echar en falta de este producto/servicio?”.
¿Tus competidores se dirigen a una audiencia generalista? ¿Hay alguno que se especialice en un subperfil de audiencia concreto?
Esto es importante saberlo de cara a decidir cómo te posicionas:
Y ya solo nos queda una cosa más por mirar.
Ya tienes claro qué vende tu competencia y a quién; ahora te falta el cómo lo venden.
Es decir, que toca echarle un ojo al copy de su web. 😉
Concretamente tienes que mirar:
Sigo con Enrique y Marta.
Mientras revisa varias webs de otros asesores, Enrique se da cuenta de que todos hablan de ahorrar, hacer crecer tu dinero…
Pero Enrique ha visto que muchos clientes al principio tienen problemas para llevar un control de sus gastos, y eso es algo que ningún competidor menciona en su web.
Enrique va a ofrecerles a sus clientes una masterclass para ayudar a sus clientes a no olvidarse ningún gasto.
Si lo menciona en el copy de su web, eso le puede ayudar a diferenciarse frente a otros asesores. 😉
Marta, por su parte, analiza varias páginas de venta de cursos de productividad.
Y aunque todos hablan de enfoque, hábitos o planificación, uno de ellos menciona de pasada algo que le llama la atención:
“¿Te cuesta desconectar del trabajo cuando terminas el día?”
Y ahí lo ve claro. Ella siempre había enfocado su curso en ayudar a organizarse mejor… Pero no había tenido en cuenta que muchos emprendedores primerizos se sienten mal cuando no están trabajando.
Eso también es parte del problema.
A raíz de eso se le ocurre añadir un bloque en su curso donde explica cómo desconectar sin culpa (y por qué saber descansar es importantísimo para ser productivo).
Cuando tienes un negocio propio, todo son dudas:
“¿Cómo enfoco el copy de mi web?”.
“¿Qué hago para captar más leads?”.
”¿Por qué no me está dando resultado el email marketing? ¿No se suponía que esto de los emails diarios era la bomba?”.
“¿Cómo hago para captar más clientes desde las redes sociales?”.
“Ostras, ¿y ahora la IA? ¡Tengo que ponerme las pilas con ChatGPT!”.
Es como si fueras dando tumbos por una ciudad desconocida y no pudieras mirar Google Maps para orientarte.
Lo sé porque yo también he pasado por ahí.
Por eso mismo, porque sé lo frustrante que es ir avanzando a ciegas, tratando de entender qué funciona y lo que no, he decidido compartir contigo mi GPS. 😉
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