Voy a al grano, que hoy tengo poco tiempo y además he puesto una olla de lentejas al fuego.
Estás aquí porque tienes unos cuantos clientes inactivos en tu lista. Gente que un día te compró, y si te he visto no me acuerdo.
Y quieres saber cómo escribir un email para recuperar a esos clientes inactivos y que te vuelvan a comprar.
Eso está muy bien, pero…
Pues no sé tú; pero si fuese yo, le daría un sorbo al café y reservaría 10 minutos de mi tiempo para seguir leyendo con mucha atención. 😉
Te cuento.
Vamos por partes.
Reactivar a un cliente antiguo es buena idea por dos motivos:
Vale pero ¿qué pasa con el resto de suscriptores de tu lista?
Por ejemplo, ¿qué pasa con…?
Esos suscriptores son clientes en potencia. Y si no haces nada por recuperarlos, quizá pierdas la oportunidad de venderles.
Por eso, la idea es combinar diferentes tipos de emails de recuperación de clientes, según la fase del embudo en la que se encuentre cada suscriptor.
Empiezo hablándote sobre los emails para recuperar a clientes inactivos (que sé que es lo que has venido buscando) y luego voy con el resto.
Volver a venderle a alguien que ya te ha comprado es más sencillo… si sabes cómo hacerlo bien. 😉
Te pongo un ejemplo.
Imagina que eres un copywriter, y hace tiempo redactaste una página de ventas para un cliente que tiene un curso de bricolaje para principiantes.
Ese cliente se quedó encantado con la página y te prometió que más adelante te volvería a contactar para pedirte más trabajo. Pero han pasado ya unos meses y no sabes nada de él.
Así que decides enviarle un email para “reactivarlo” y conseguir que vuelva a trabajar contigo.
¿Cómo podrías enfocar ese email?
Pues por ejemplo:
En el email tienes que transmitirle claramente el beneficio de volver a trabajar contigo (lo que podría conseguir).
Por ejemplo, algo así:
“¡Hola, Pepe! ¿Cómo estás?
Soy Juan, el copy que te escribió la página de venta para tu curso de bricolaje.
Te escribo porque he lanzado un nuevo servicio de email marketing, y me he acordado de ti porque le iría como anillo al dedo a esa página que escribimos en su día.
Recuerdo que con esa landing conseguimos una conversión de XXXXX % con el tráfico que venía de tu lista. Y eso que en ese momento solo tenías una pequeña secuencia de bienvenida para los nuevos suscriptores.
Si hacemos una buena estrategia de email marketing para preparar a los suscriptores antes de llevarlos a la landing, mejoraría mucho la conversión.
Acabo de lanzar el servicio y abrir pronto las plazas para los primeros clientes, dime si te interesa y te reservo una.
Algo de este estilo.
¿Que tú no vendes servicios? ¿Que tienes una membresía, por ejemplo?
Pues la idea es más o menos la misma.
En este caso, lo que harías sería enviar el mismo email a todos los alumnos que se dieron de baja hace X tiempo (6 meses, 1 año…).
En el email mencionas algunos de los contenidos que has subido últimamente, resultados concretos que están consiguiendo los alumnos que siguen dentro…
Vamos, les recuerdas todo lo que se están perdiendo.
Este tipo de email estoy segura de que lo has visto mil veces.
Estás bicheando el catálogo de una tienda online y de pronto ves una freidora de aire rebajadísima. Te hacen los ojos chiribitas y la metes en el carro, pero cuando estás a punto de pasar por caja, te frenas:
“¿Seguro que quiero comprarme este cacharro ahora? Mejor me espero un poco y me lo pienso bien”.
Cierras la página y te olvidas del tema… pero al poco rato recibes un email de esa tienda, diciéndote que te has dejado la freidora en el carrito y que aún la tienes disponible.
Eso es un email de recuperación de carrito abandonado.
Y es un recurso muy potente para recaptar a esos “casi-clientes” y que vuelvan a comprarte.
Por eso hay que darle un poco de mimo.
Te pongo un ejemplo de “La carnicería de Salamanca”, una carnicería que envía emails muy buenos (yo estoy enganchada a sus newsletters, y eso que soy vegetariana 😂).

Fíjate que es un email simple y directo, cuatro líneas para recordarte que te has dejado un producto en el carrito.
Pero está escrito de una manera cercana y con gracia. No es el típico correo de carrito abandonado que parece escrito por un robot (beep, beep).
Por cierto, hay otro detalle que me gusta mucho:

Si aún no lo habías hecho, en el propio correo de carrito abandonado te proponen apuntarte a su newsletter.
Así pueden seguir enviándote emails (y aunque ahora no compres, puede que en el futuro sí lo hagas).
Lo de enviarle un presupuesto a un cliente y que te haga ghosting es algo que pasa de vez en cuando.
Y a veces no es porque no le interese tu servicio, sino que simplemente se ha despistado.
Por eso a veces es bueno insistir un poco.
Y no me refiero al típico email de “Oye, ¿le echaste un ojo al presupuesto?”, sino a algo un poquito más persuasivo. 😉
Por ejemplo:
En tu email de seguimiento puedes decirle que solo atiendes a X clientes cada mes y que le has reservado una plaza.
Pero si no recibes respuesta por su parte antes de la semana que viene, asumirás que no está interesado y le darás su plaza a otro.
Así le metes un poquito de urgencia.
Si de verdad le interesa trabajar contigo, verás cómo después de eso saca tiempo para mirar el presupuesto y responderte. 😉
Una persona se ha registrado en tu newsletter, se ha leído tu secuencia de ventas desde el primer email hasta el último… pero al final no te ha comprado.
¿Qué puedes hacer?
Enviarle un correo de feedback preguntándole qué le ha echado para atrás.
Este tipo de emails te sirven para mejorar tu funnel (por ejemplo, quizá descubres que hay una objeción importante entre tu audiencia que no estabas resolviendo bien)…
… pero a veces, también puede ser una oportunidad recuperar a un potencial cliente.
Imagina que tu producto es un software de gestión de equipos para restaurantes.
Cuando le envías un email a ese cliente preguntándote por qué no ha comprado, te responde que su encargado es un poco mayor y no se maneja bien con las nuevas tecnologías, y no tiene claro si va a saber manejar el programa.
Tú le explicas que tu software es muy intuitivo y que además tenéis un tutorial tan detallado que hasta tu abuela podría aprender a manejarlo en una tarde.
Ese potencial cliente se queda más tranquilo y acaba contratando un plan de pago.
Que no, que no hay manera.
Has hecho todo lo posible, pero al final ese lead no te ha comprado tu producto estrella.
Puedes rendirte y esperar a ver si en un futuro cambia de idea… o puedes enviarle una secuencia de downsell. 😉
Es decir: venderle otro producto más barato.
¿Que ese lead no ha comprado tu curso completo?
Le ofreces una versión “reducida” (sin soporte, con menos lecciones, etc.) y a un precio menor.
Para eso le enviamos una secuencia con:
Muchas veces, ese producto de precio inferior puede ser la puerta para que un cliente vea cómo trabajas, empiece a confiar en ti y acabe comprándote otros productos/servicios de mayor precio.
Si has llegado hasta aquí me imagino que es por uno de estos dos motivos:
En los dos casos, lo que te voy a contar ahora te interesa.
Tengo una masterclass.
Se llama “Estrategia de email marketing”.
Y en ella te explico mi sistema de 3 pasos para crear la estrategia de email marketing de cualquier negocio.
Sí, cualquiera.
Da igual si vendes servicios o productos, si trabajas en un nicho muy tradicional o si tus clientes son monos espaciales venidos de Marte. Lo que te explico en esa masterclass te va a servir para venderles.
Tienes el acceso a la masterclass aquí.
Tú piénsatelo, que yo mientras tanto voy a echarles un ojo a las lentejas. 😉
Entonces te va a gustar todavía más lo que tengo preparado para ti en mi newsletter.
Si te suscribes, te regalo una plantilla de email de venta, y además te envío un email* de lunes a jueves a las 8:08h (*y con email me refiero a correos frescos, divertidos, con muchas lecciones y con los que te lo vas a pasar pipa).



