10 de junio de 2022.
El día de mi cumpleaños.
Era mi último cumpleaños como veinteañera, y aunque para mí la edad es más un sentimiento vital (oye, es un eufemismo que me he inventado para sobrellevarlo)...
Rozar los 30 da un poco de vértigo.
Por eso, teniendo un pie cerca del abismo de la treintena, tenía que hacer algo.
Algo…
¿Memorable?
Sí, algo memorable.
Exacto. Para así celebrar la vida, disfrutar del momento, y burlar durante un rato el paso del tiempo.
Por un instante sería eternamente joven y eternamente feliz.
Solo durante 5 horas.
Porque durante ese tiempo, llevaría a cabo un lanzamiento flash.
UN LANZAMIENTO QUE ME LLEVARÍA A LA CIMA DE LA DIVINIDAD.
UN LANZAMIENTO EN EL QUE LOS DIOSES DEL OLIMPO APLAUDIRÍAN CON JÚBILO MI ÉXITO.
Y DONDE LA MISMÍSIMA ATENEA NIKÉ ME SUSURRARÍA AL OÍDO…
Ehh… 🙄
Bueno, eso. Que iba a lanzar un nuevo curso y mi intención era venderlo mucho. Creo que te haces a la idea.
Llevaba un tiempo queriendo lanzar una masterclass sobre cómo crear una secuencia inicial de emails.
Tú sabes.
La típica secuencia de emails automatizada que se activa una vez que un nuevo suscriptor asoma la cabeza por tu newsletter y te dice “Hola👋 aquí tienes mis datos. Trátame bien”.
A esa me refiero.
Algunos meses atrás había creado mi propia secuencia de emails (la bauticé con el nombre de Secuencia Declaración de Intenciones) y quería crear una masterclass de pago sobre ella.
Así que bajo ese pretexto, decidí que el día de mi cumpleaños era una buena excusa para hacerlo.
El 10 de junio ocurriría todo:
El plan ya estaba definido.
El 10 de junio a las 8:08h de la mañana, saldría mi primer email anunciando la nueva masterclass por 5€ durante 5 horas.
La primera ficha de dominó había caído.
Antes de darte detalles, quiero que entiendas una cosa.
En el momento del lanzamiento, yo ya tenía una de las bases y cimientos necesarios para poder hacer algo que tuviese todos los ingredientes del “éxito”.
Y ojo.
Esto es muy importante. Porque sin esa base, nada de esto tiene sentido.
¿A qué me refiero?
A TENER UNA LISTA ACTIVA.
Sí, sí.
Ya sé que te han dicho muuuuuchas veces lo importante que es tener una lista activa y blá blá blá. 😒
Lo sé. Pero es que para cualquier negocio, este es el material base.
Y en este caso concreto, yo tenía (y sigo teniendo) una lista así.
Una lista de suscriptores fieles y sedientos de leerme.
Personas que se lo pasan bien con mis emails, que aprenden cada día de mí, que me recomendarían con los ojos cerrados y que saben que lo que vendo es de calidad.
Evidentemente el crear una lista activa lleva tiempo, y hasta donde yo sé, no hay ningún atajo mágico para hacerlo así rapidito.
A tu lista tienes que cuidarla cada día con mucho mimo.
Y el mimo (entre tú y yo), lleva tiempo y mucha repetición.
Así que si tienes una lista inactiva, zombi, o directamente muerta tras haberla asfixiado y ahogado a conciencia con promociones infinitas…
Te diré dos cosas.
La primera:
Espabila.
No juegues a corto plazo con tu lista, ni con tu negocio. Sé inteligente y apuesta por el largo plazo con tus potenciales clientes. Puede ser que ahora no le veas la importancia, pero si aplicas este concepto, me lo agradecerás.
Segundo:
Para reactivar a tu lista, empieza poco a poco a mandarles emails (avisa de tus planes si hace mucho que no reciben una newsletter de ti. Así la gente que lo desee, podrá desuscribirse).
Pero esta vez, apórtales valor. Dales entretenimiento y contenido del bueno.
Dales mimos. Mucho mimos.
Eso fue todo lo que necesité para empezar a organizar todo el lanzamiento.
Te explico:
1. Oferta y rapidez
Como ya te he mencionado antes, quería que fuese algo rápido y fácil de comprar.
Es decir:
Y si no lo compras durante ese tiempo, habrá consecuencias “negativas” (el precio sube un 50%).
2. Sentimiento de exclusividad
Evidentemente, al ser la primera vez que lo lanzaba y por el precio que tenía, no había ningún sentido en invertir en publicidad.
Pero es que voy más allá:
Quería conseguir un sentimiento de exclusividad entre mis suscriptores.
Es decir, solo puedes acceder a este tipo de ofertas y gangas si estás dentro de mi lista. Y si encima eres un lector activo y rápido, esta vez te premio con un 50% de descuento.
Así que el lanzar esta oferta tenía dos implicaciones:
**Pequeño intermedio publicitario.
Fin del intermedio publicitario.**
3. Narrativa y justificación de la oferta
A mí me gusta dotar mis campañas de algún tipo de narrativa.
En este caso concreto usé la narrativa de que era mi cumpleaños. Pero realmente esto me sirve para dos cosas:
En este caso, yo me podría haber quedado con el concepto de que era la primera vez que lanzaba esta masterclass y que por eso lo sacaba a ese precio y bajo esas condiciones.
Pero aquí quería darle una vuelta de tuerca más usando mi cumpleaños como narrativa principal del lanzamiento.
Fue como darle una segunda justificación de venta.
Además, era mucho más divertido y me daba mucho juego con mis emails (un poco más abajo te enseño cuáles mandé).
4. Tareas. Muchas tareas.
Si has hecho alguna vez un lanzamiento, sabrás que por pequeño que sea siempre hay cincuenta mil millones de tareas que hacer.
Al principio piensas que solo son dos cositas…
Y de repente te das cuenta que tienes un jardín de enanos a los que tienes que atender.
Vamos, que lanzamiento = Muchas tareas.
Así que yo lo que hago siempre es crear un doc en Drive donde apunto todas las tareas en sucio. Después lo ordeno y desgloso en un excel, con fechas y acciones concretas.
Esto me ayuda a tenerlo todo organizado, pero también me hace tener sensación de mayor control, de que no se me escapa nada (algo muy guay para gente obsesiva como yo).
Estas fueron algunas de las tareas que tuve que hacer para este lanzamiento:
Había muchas más subtareas por aquí y por allá, pero grosso modo esto fue lo más importante.
Como copywriter, antes de empezar a escribir una página de ventas tengo todo un proceso de trabajo.
Tengo algún post en mi blog donde lo explico, e incluso tengo un curso aparte (Landing Attack) donde te enseño a hacerlo. Pero para efectos prácticos y que nos entendamos, te diré que el proceso es:
En mi caso, necesitaba encontrar el enfoque de ventas correcto. Algo distinto y que no sonase a lo mismo de siempre.
Tenía claro que no quería enfocarlo al tema de “ganar dinero”.
Sí, evidentemente puedes ganar dinero (y mucho) si escribes la secuencia que enseño en la masterclass. Pero eso es ser muy simplista y generar unas expectativas que no quiero azuzar.
Así que nada de:
“Ingresos pasivos.”
O “dinero en automático”.
Bien, pues conociendo a mi público, sabía que había tres grandes escenarios:
Sabiendo esto, me pregunté:
¿Qué es lo que la gente quiere conseguir con esta secuencia?
Generar confianza, autoridad y ventas, ¿no?
(O en el caso de lo scopywriters, que sus clientes consigan generar confianza, autoridad y ventas).
Pues ya está. Ahí lo tenía.
Tenía el enfoque principal de mi página de ventas.
Échale un vistazo, porque si te fijas, verás que la estructura simplificada es:
¡Hala!
Ya tenía todo preparado. Ahora era el momento de preparar mi lista para el gran día.
Una vez hecha la página de ventas, había que empezar a avisar a la lista.
Porque si hay algo que a mí me gusta usar y que es muy potente, es:
Es decir:
¿Cómo llevé esto a la práctica?
Muy fácil.
Semanas antes del lanzamiento fui dejando distintas posdatas en mis emails y mencionando de forma casual que el 10 de junio iba a ocurrir algo.
A eso le añadí distintas pistas por aquí y por allá, y voilá.
E incluso mandé un email el día anterior avisando de lo que iba a pasar el 10 de junio.
**CONSEJO:
Si quieres darle una vuelta de tuerca más, puedes crear una lista de espera, y solo informar a la gente que se apunte a ella. Así solo estos suscriptores podrán enterarse del pastel y comprar la oferta.
Yo en este caso no lo hice porque quise simplificar al máximo la historia.
Allí me encontré con una explosión de emails de Sendowl. No eran ni las 10 de la mañana, y ya había vendido 25 cursos.
Efectivamente mi hermana me iba a matar.
Supongo que ser asistente virtual y tener que encargarte de 25 facturas por hora no debe ser muy divertido.
De hecho, como esto siguiese así, me mandaría al cuerno en menos de un suspiro.
Me la estaba imaginando diciendo “GRRRR” y echando espumarajos de odio por la boca. 😁
En fin.
El caso es que durante las 5 horas que duró el lanzamiento, mandé 3 emails.
Ya había avisado explícitamente en el email del día anterior de que la oferta duraría 5 horas, así que no insistí mucho más.
Pincha AQUÍ para leerlos todos.
Te aconsejo que les eches un vistazo. Sin duda, además de ventas, recibí muchas respuestas a estos emails. Muchas felicitaciones y buenas vibras.
¿El resultado final en cuanto a ventas?
Te lo pongo más abajo. Pero antes…
Llegamos al momento que todos estábamos esperando:
Las cifras
Las ventas.
Las perras.
El money.
Así que pongámonos matemáticos por un momento.
En ese momento, de mi lista de 3.000 personas, 1.610 recibieron los emails del lanzamiento.
Para que nos entendamos, el resto es lista no activa. Residuos muertos que quedan por ahí según mi Active Campaign.
Bien, pues de esos 1.610 suscriptores, compraron 66 personas durante esas 5 horas.
Eso es un 4% de conversión.
Y ojo, un 4% de conversión en una lista en la que ya vendo casi todos los días, no está nada mal.
Aquí te dejo un pequeño listado de ideas y conceptos a modo de conclusión.
Allá van:
¡Hala" Eso es todo.
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