Ahora en serio…
¿Te has dado cuenta de que todos los emails que te mando son gratuitos?
Eso es terrible. Así que te propongo un plan:
Si te gustan mis correos, te hace "BOOM BOOM" la cabeza con lo que aprendes de mí, o simplemente te hago reír con mis ocurrencias...
Puedes invitarme a un vermut virtual.
Es muy fácil:
TÚ PAGAS MI RONDA, Y YO ME LO BEBO Y DISFRUTO CUANDO SALGA DE TRABAJAR EL VIERNES POR LA TARDE.
—¡¿Invitarte a un vermut, Mila?!
Sí, mira...
Para que te hagas una idea, de normal voy a la Bodega Segui, que está cerca de mi casa.
Por euro y medio me tomo uno casero y delicioso.
Me lo sirve Ana, la camarera, que además de vinos, me cuenta historias sobre sus 3 gatos y lo feliz que está siendo soltera. Mientras me lo cuenta, me pone una gilda como acompañamiento.
Yo evidentemente no me quejo.
Tan solo escucho. Bebo. Y disfruto de lo sencilla que puede ser la vida.