VERSIÓN SEO/BIRDLIFE
Hola, soy Maya. Tengo 7 años y soy socia de SEO/BirdLife desde que tenía 6.
Yo quería saber cómo se dibujaba el mirlo y la urraca porque un día, muy arriba, vi volando un águila. Yo sabía que era un águila porque la había visto en una película. Así que como ya la había dibujado, pregunté cómo se llamaban otros pájaros y mi padre me dijo que si me fijaba muy muy bien, podría ver alguna urraca o a los mirlos, que tienen el piquito naranja y las plumas negras.
Bueno, luego también me dijo que los pajaritos que más se acercan a nosotros son los gorriones porque están acostumbrados a vivir cerca de las niñas y los niños, y también de las personas más mayores. Me ha dicho que hay ciudades del mundo en donde ya casi no hay gorriones y me ha dado mucho miedo que aquí un día me levante y tampoco haya gorriones acercándose a los balcones ???
Yo no sabía que me gustaban tanto los pájaros hasta que en el confinamiento empecé a mirar por la ventana todos los días y teníamos un juego que era saber decir si un canto era diferente a otro aunque no supiéramos sus nombres. ¡Cuando llegó la primavera era mucho más difícil porque había un montón de cantos que venían de todos los árboles!
Ahora yo quiero aprender a dibujar todos los pájaros, que también se llaman aves, y tengo un cuaderno de campo donde apunto a todos con colores. Mi papi me hizo socia de SEO/BirdLife porque me dijo que es una organización que ayuda a protegerlos y conoce todo todo sobre ellos. Las niñas y niños socios de SEO/BirdLife formamos el Club Aventureros, que organiza un montón de actividades y juegos. Además, nos mandaron un sobre con una revista, cómics y un carnet de socia que lleva mi nombre: Maya.
A mi me encanta enseñar mi carnet a todo el mundo y ahora que tengo 7 años voy a poder ir a a los campamentos. Bueno, cuando se acabe lo de la pandemia que ya he preguntado más de cien veces cuándo es que se acaba del todo.
Estoy muy contenta de ser socia de SEO/BirdLife porque si te gustan los pájaros es bueno saber dibujarlos y aprender a ayudarlos a seguir volando. Me han dicho que el vencejo se escribe con “v” pero en el dibujo lo hice con “b”. Estoy aprendiendo, algún día sabré mucho de las aves y ellas sabrán que yo las defiendo. Mila, ¿tú no quieres aprender a defender a las aves? Aquí es donde mi papi pidió que me hicieran socia https://seoactua.org/haztesocio/
Hasta luego 🙂
Maya
Socia de SEO/BirdLIfe
PD: Si te unes a SEO/BirdLife recibirás en tu casa nuestra guía de aves; un cuaderno de campo; nuestro carnet de socio con el que obtendrás descuentos especiales en cursos, excursiones, viajes y productos de tienda y nuestra revista cuatrimestral Aves y Naturaleza (la versión infantil si eres un niño o una niña como Maya)
VERSIÓN MILA COCO
-Halaaaaa. Papi. ¿Eso qué es?
-Es un águila imperial, Maya.
-¿Y cómo lo sabes?
-Pues porque tiene los hombros blancos, fíjate.
-¡Ah sí! Como si tuviera nieve.
-Exacto. Como si tuviera nieve.
-Ohh, yo quiero dibujarla luego. Es muy bonita.
…
Así es como Maya, nuestra socia más joven de 7 años empezó en el mundo de los pájaros.
Y es normal…
¿Quién no se enamoraría de una águila imperial (con los hombros llenos de nieve) con lo especiales y bonitas que son?
El caso es que Maya quería empezar a dibujar todos los pájaros que se encontraba por la ciudad y por el campo.
Quería dibujar a las urracas. Y también a los mirlos, con las plumas negras y el pico naranja.
Pero Maya se dio cuenta de que para poder dibujarlos tenía que conocerlos un poquito más.
Fue ahí cuando su padre la apuntó a SEO/Birdlife.
No solo porque los niños socios de nuestra organización forman el Club Aventureros, donde organizamos un montón de juegos y actividades.
No.
Lo que a Maya más le gustó fue que también le mandamos una revista, cómics y un carné de socia con su nombre.
Esto le puso tan contenta que iba enseñando su carné por todos lados.
Así todos sabrían quién era Maya:
La guardiana de los pájaros.
Y con las revistas también podía seguir aprendiendo y dibujando aves.
Y es que después de las águilas, mirlos y urracas, Maya empezó a querer dibujar a los gorriones que se posaban en su balcón.
En ese momento su padre le comentó que muchas ciudades ya no tienen gorriones, y Maya se puso muy triste.
-¿Y aquí también nos vamos a quedar sin gorriones? ¿A dónde se van?
-Se mueren, Maya. Se ponen muy malitos por la contaminación de las ciudades y muchos se mueren. Pero no te preocupes hija, por suerte por aquí todavía hay muchos gorriones. Mira ese, ese es un chico porque tiene la perilla negra.
-A ese lo quiero dibujar yo también. Con barba y perilla.
Maya cada día está aprendiendo más y más sobre los pájaros, y hasta tiene sus propios prismáticos.
Durante el confinamiento tenía un juego en el que tenía que adivinar los sonidos de las aves que escuchaba desde su ventana.
Ahora ya sabe identificar a casi todo los pajaritos que hay por su casa. Sale con su padre a bichear y los identifica más rápido que él.
La prueba de fuego fue hace unos días.
Verás…
Su padre le dijo que si acertaba e identificaba bien al próximo pájaro que se posara en el árbol aquel de al lado de casa de la abuela, sería ya toda una Experta de las aves.
Así que los dos esperaron pacientemente.
Prismáticos en mano.
Y sin mover ni un solo músculo.
Pasaron cinco minutos y ni un solo pájaro se posó.
–Hay que tener un poquito de paciencia. – Le susurró el padre a Maya. – Tienen que acostumbrarse a nuestra presencia. Ya ve…
No pudo ni terminar la frase porque una milésima de segundo más tarde ocurrió algo increíble.
Algo que los dejó a los dos sorprendidos.
Perplejos.
En el árbol al que estaban mirando con tantísima atención, se posaron varios pájaros.
No uno, ni dos.
No.
Un grupo entero de 5 o 6.
??
A simple vista parecían más pequeños que los gorriones, más regordetes y muy ruidosos.
¡Y no paraban quietos ni un segundo!
El padre miraba expectante a Maya, que observaba la escena con mucho detenimiento y cautela.
-Ehm… Eso son…
De repente Maya lo vio claro. Sus ojos de abrieron de par en par. Se giró. Miró a su padre con la boca abierta y gritó:
-¡¡¡SON MITOS!!!!! ¡¡¡SON MITOS!!
-Shhhh, no hables tan alto que los asustas. Sí, son mitos Maya.
-Y papi, ese pájaro blanco que hay por el charco de allí y que lleva un rato, es una lavandera blanca. – Dijo señalando con el dedo hacia un charco cercano en mitad del camino.
Fue ahí cuando a su padre casi le dio un ataque al corazón. Eso sí que no se lo esperaba.
Maya miró con una sonrisa de oreja a oreja a su padre.
-¿Soy una máster ahora, papi?
-Sí hija, eres una megamaster. Creo que como sigas a este ritmo en un año vas a saber más de pájaros que yo. Luego los dibujamos a todos. Te presto la guía de aves y los dibujamos los dos.
Sin que su padre se hubiese dado cuenta, Maya se había convertido en toda una amante y experta de los pájaros.
Y es que cuando se trata de la conservación de aves, la edad no importa. Tan solo importa el amor y cariño.
Maya ya ha salvado a muchos pájaros con su curiosidad innata, su amor por los animales, y como una superheroína, va con su cuadernillo de campo en mano siempre a todos lados para dibujar a cualquier pajarillo con colores.
–Así están más contentos. Y si los dibujo les ayudo a que sigan volando.
Y es que a pesar de que Maya tenga tan solo 7 años, ella ya sabe que…
Juntos podemos hacer que muchas más personas y niños empiecen a dibujar a los pájaros hasta en sueños. ¿Te unes al reto?