Eso fue lo que me preguntó un día un cliente que se llama Pepe*.
Estaba en una videollamada conmigo y no paraba de decirme:
“El curso que he sacado es muy potente. Le pregunté a toda mi lista y muchos respondieron que tenían interés en él. Pero después no me lo ha comprado casi nadie.”
“Tengo un buen servicio. Me desvivo por hacer el trabajo perfecto para mis clientes.”
“Me cuesta mucho conseguir ventas, mientras que a otros que venden lo mismo que yo, no. No lo entiendo.”
Y así un sinfín más de quejas.
Una detrás de otra.
Y es que Pepe no entendía por qué otros de la competencia, como “ese fulano” (cito literalmente) vendían más que él.
Mi respuesta no se hizo esperar:
MILA– Dime una cosa, Pepe. Si yo fuera tu cliente, ¿en qué me ayudarías tú a mí?
PEPE– Pues, te ayudaría a tener un plan financiero de cara al futuro.
MILA– O sea que lo mismo me ayudas con la jubilación, que con comprarme un piso el día de mañana.
PEPE– Exacto.
MILA– Bien. Y eso, ¿tu cliente lo sabe?
PEPE– Claro, digo yo…
MILA– Te lo digo porque yo a simple vista no lo tengo tan claro, Pepe. Con los emails que me has enseñado, apenas lo mencionas. Tienes un batiburrillo de ideas muy técnicas y no queda ni siquiera claro lo que haces.
PEPE– Eh…
MILA– Y si no tienes trabajada una buena relación con tu audiencia y encima no le dices a tu cliente cómo le puede beneficiar el que tú le ayudes, estás perdiendo ventas.
PEPE– ¿¡¡….??!!!
Nuestra conversación fue mucho más larga, pero para que te hagas una idea de por dónde van los tiros.
Mientras le decía esto (y a Pepe se le iba quedando la cara cada vez más blanca), le conté la historia de mi cliente Sergio.
Y se la conté, por una simple razón.
Era un caso parecido al suyo y un ejemplo muy interesante que explica a la perfección cómo con enviar unos “simples” emails, puedes multiplicar hasta por X5 las ventas (o más).
Verás, te pongo en contexto…
Sergio es un cliente que vende varios cursos sobre Microsoft Office. Tiene un muy buen producto, sabe de lo que habla y tiene una lista de suscriptores.
Un poco parecido a lo que tenía Pepe.
¿Y qué le ocurría a Sergio?
Pues que a pesar de tener:
Tenía pocas ventas.
Y no era por falta de infoproductos, porque tenía bastantes cursos a la venta.
Tampoco era por falta de público.
Tenía una buena captación orgánica, una buena relación con su lista y mandaba emails a su lista para vender sus cursos continuamente.
En definitiva:
El producto era bueno.
El público era aparentemente el correcto.
Y usaba el email marketing para venderlo de forma constante.
Así que llegó a mí un poco desesperado.
Lo he intentado todo y las ventas no suben. De hecho, me compra más gente que entra a mi web por azar, que suscriptores de mi propia lista. No lo entiendo.
Decía mientras movía la cabeza.
¿Qué ocurrió?
Bueno, para mí resultaba “blanco y en botella”, como se suele decir. Si todo estaba bien (producto, público, etc.) lo que fallaba era obvio.
…
Fallaba el mensaje de venta. El copy de los emails.
Así que le escribí una secuencia de cinco emails. Ni más, ni menos.
Y con esa pequeña secuencia, Sergio consiguió esto:
Fascinante, ¿verdad?
Y eso solo se consiguió con cinco emails.
Bueno…
Con cinco emails, con mucho trabajo, una lista muy activa y mucha autoridad por parte de Sergio. Recuerda que esto no va de pegar el «pelotazo» cada vez que uno quiera y que no existe ningún arreglo mágico que te haga vender tu producto si tu lista está muerta. Ten muy claro que si tu lista está zombi (o con un pie más pallá que pacá en la tumba), ya te puede escribir el copy el mismísmo Ogilvy, que los resultados seguirán siendo inexistentes.
Cuando le conté el caso de mi cliente Sergio y cómo vendía tanto por email, Pepe se quedó sin palabras. No sé si se ofendió por lo que le dije o si le estallaron algunas neuronas por el camino.
Eso es lo de menos.
Lo de más, es lo que hizo después.
¿Sabes lo que hizo?
Pues…
Nada.
No hizo absolutamente nada.
No aplicó nada de lo que le dije.
No me preguntó más.
Simplemente, no hizo n-a-d-a.
La verdad es que no volví a saber más de él después de aquel día. Me imagino que seguirá teniendo los mismos emails, la misma lista y los mismos problemas con las ventas.
Al menos esa es mi suposición.
Y lo peor de todo es que el caso de Pepe es algo muy común.
Me refiero a que hay cientos y miles de negocios que tienen esos problemas a la hora de vender.
Pepe eres tú.
Pepe es tu vecino, el de enfrente, que también tiene un negocio.
Todos somos Pepe. We all are Pepe. ?
¿Y por qué te digo esto?
Pues porque probablemente…
O lo que es peor aún: que ya lo has intentado con todas tus fuerzas y no has obtenido los resultados que esperabas.
Seamos francos.
A nadie le gusta tener pocas ventas. Y menos aún, no vender (eso SÍ que duele).
¿Estás de acuerdo conmigo?
Bueno, pues estate atento porque es ahora donde entra la baza del email marketing. Un elemento importante y que vas a entender ahora en un segundo.
Verás…
Hay una cosa curiosa que he visto de forma continuada bastantes años. Y es que aquellos negocios que SÍ venden tienen algo en común.
A decir verdad, tienen muchas cosas en común, pero una de ellas es que usan el email marketing para vender.
Es así.
La realidad es que con los emails puedes vender mucho.
Y no te estoy hablando de cifras tipo:
“Con el email marketing puedes obtener un 486% de ROI, un 83% de ROAS y un 15% más de blablablá.”
Eso son cifras de estudios estadounidenses que a ti te dan lo mismo (y a mí sinceramente también).
Es irrelevante.
Lo que yo te estoy diciendo es lo que ocurre con negocios como el tuyo y que usan la simple y llana estrategia de vender con emails.
De hecho, es lo que le pasó a mi cliente Sergio.
Bastó con cambiar los emails para que las ventas se dispararan. Como si fuera magia.
Solo que no es magia.
Porque en esto de las ventas no existe la magia.
Existe el trabajo. El esfuerzo y el hacer las cosas bien. No hay más trucos, ni magia que eso.
Y si lo haces bien, puedes conseguir que tu cliente pase del:
“Mhee, estoy jugando aquí al Candy Crush, mientras veo una película de Franck Capra, déjame vivir. No me interesa tu curso”
Al:
“Hey, pero qué interesante. Eso que dices es lo que justo me pasa a mí. Yo quiero comprarte.”
Algo así como lo que ocurre en esta imagen:
*Nótense mis habilidades artísticas en Paint.
Eso sí, para conseguirlo hay que currárselo y hay que saber hacerlo bien.
Y eso es justamente lo que te enseño con mi curso de email marketing.
Si te interesa, sigue leyendo un poco más….
Después de trabajar los emails de más de 100 clientes distintos, de ayudarles a facturar cantidades que sinceramente no podría ni calcular, y de escribir emails para todo tipo de sectores (desde tarot, hasta música electrónica o programación de máquinas industriales), he creado un curso.
Un curso con el que quiero que te conviertas en “ese fulano” que tanto gana por Internet.
No quiero que te conviertas en Pepe, que no hizo nada.
No.
Quiero que te conviertas en el “fulano” que vende con emails.
Y para ello he creado este curso con el que:
Te voy a ser sincera.
Si te haces esta pregunta en serio, seguramente no. No te merezca la pena.
Verás…
Este curso es para personas que quieren aprender a vender más con sus emails.
Personas que tienen un negocio, una lista de suscriptores (da igual si es pequeña) y que necesitan una guía clara de cómo diantres escribir emails que no sean:
Y sí.
La verdad es que aprender a hacer todo eso por tan solo 195 euros y que yo te lo mande a casa, es una ganga.
No tengo ni la menor idea.
La verdad es que no tengo una bola mágica que me diga la fecha exacta en la que vayas a conseguir los resultados que te has propuesto. Depende de muchos factores, no solo de los emails que mandes.
Lo que sí sé es que los resultados dependen de una cosa.
Bueno, más bien de una persona:
De ti.
Como te he dicho antes, en esto del marketing no hay nada cierto y tampoco hay bolas mágicas donde puedas prever el futuro.
Hay veces que con la primera campaña de emails ya tienes resultados extraordinarios. Y también hay veces que es al revés. Envías y envías emails y hasta que no pruebas durante meses, no das con la tecla.
No te voy a mentir.
En esto del email marketing tan solo hay trabajo y persistencia. Nada más.
Por supuesto.
El email marketing sirve para cualquier negocio. Cualquiera.
Y me paro en esta pregunta porque es una duda que tienen muchas personas.
Hay una extraña creencia (no sé si ha salido de una película de ficción, o qué :P) que dice que si eres una empresa grande y respetable, no te puedes permitir enviar emails.
No puedes. Es impensable.
Y si lo haces, tienes que escribir de manera:
Sin mostrar ningún sentimiento humano y escribiendo como si lo fuera a leer un robot.
Hacerlo de otra forma sería poco profesional.
Y déjame decirte una cosa.
Eso NO es verdad.
Vuelve a leer la frase.
No importa si tu negocio es más pequeño, o más grande. O si vienes de un sector más serio donde solo se lleva traje de chaqueta.
Yo he escrito desde emails para negocios donde solo había una persona…
Hasta para empresas con un equipo de trabajo de cientos de personas y millones de facturación.
He escrito emails para sectores tan “normales” como el marketing online.
Y tan raros y serios como el inmobiliario, sanitario, judicial, recursos humanos, programación de máquinas industriales, educación canina, o intermediarios de inversiones en bolsa.
Y a todos estos clientes, el email marketing les ha funcionado.
Te digo esto porque hay un término intermedio entre:
Y con este curso vas a poder encontrar ese término intermedio.
Ten en cuenta que los emails no dejan de ser herramientas para comunicarte con tus potenciales clientes y que puedes adaptarlos siempre a tu tono y a tu forma de ser.
Porque ojo.
Al final las personas compramos a personas. Y con el email puedes acercarte a tus clientes y mostrar esa parte humana de tu negocio
No hay problema, yo te ayudaré en todo momento.
Puedes mandarme todas tus dudas por email y yo grabaré cada semana un vídeo donde recopilo todas las preguntas que me han llegado por correo para irlas contestando una a una.
Así no solo resolveré tu duda en los vídeos semanales, sino que también verás el resto de preguntas de alumnos.
Ojo.
Con el soporte por email puedes enviarme dudas acerca del contenido del curso, pero no de emails propios. Es decir, no voy a corregirte los emails que hayas escrito. Ten en cuenta que me sería imposible corregir cada uno de los emails que me enviéis de forma personal.
Así que para el soporte por email, tan solo preguntas relacionadas con el curso.
No, no la hay.
Te mando el curso a casa, así que no hay garantía, ni posibilidad de devolución.
Si dudas o no tienes muy claro que puedas aprender email marketing de mí, directamente no compres. Es una decisión que solo puedes hacer tú y que tienes que hacer de forma consciente.